La baila es un depredador muy astuto, pero también muy voraz, las horas más favorables para su captura es el amanecer y la puesta de sol, ya que se muestran más activas, pero a su vez tenemos más fácil engañarlas por la ausencia de luz, en las rías se sitúan sobre todo con la marea creciendo frente a los muros de contención de la corriente en los distintos clubes náuticos, marinas y puertos de nuestro litoral, es su enclave ideal en el espacio donde golpea el agua de la corriente con el muro protector, suelen situarse debajo al acecho de las presas que se ven arrastradas por la corriente y se desorientan por las turbulencias que allí se producen.
En el caso de que las bailas y lubinas no suban a la superficie es más complicado localizarlas, pero sí sabemos por dónde se alimentan, podemos tentarlas con señuelos que se componen de la silicona y una cabeza plomada de 7-10gr de peso para que baje hasta el fondo y allí capturarlas, en multitud de ocasiones las podemos encontrar compartiendo festín mezcladas con las lubinas o robalos tras los cardúmenes de sardinas y boquerones.
Al buscarlas tanto a Spinning con paseantes, como al curricán desde embarcación o a Jigging ligero le podemos adosar en la misma línea por delante del señuelo este tipo de jig y seguro que aumentaremos el número de capturas, es cierto que debemos tener en cuenta que si se están alimentando de peces de mínima talla, es la única opción que tenemos para engañarlas.
Cuando el agua vacía en la ría es fácil verlas alimentándose en superficie en los bajos de arena, sobre todo en el último tramo de la marea con mareas de coeficientes superiores a 70, donde se producen movimientos de la arena en los bajos debido al oleaje que produce el viento de foreño al atardecer en primavera y verano.
En cada escenario se comportan de una manera, pero debemos de considerar estos patrones que se repiten en la mayoría de las desembocaduras de nuestras rías, es muy importante también analizar de que se están alimentando para así adaptarnos y buscar el señuelo que más se asemeje a este alimento en cuestión.
En los meses de marzo, abril y principios de mayo se concentran en las desembocaduras de nuestras rías para la freza y es desove.
Si buscamos pescar las bailas a fondo tenemos la opción de tentarlas desde la orilla a surfcasting o desde embarcación utilizando de cebo lombrices, almejas, sardina, boquerón o incluso con tiras de choco.
Se acercan bastante a la rompiente y no suelen estar muy alejadas de la orilla como otras especies (lubina, sargo, anchova etc.)
Resulta fácil localizarlas en las playas de arena y desembocaduras de rías como en el interior de la ría en fondos de fango con abundancia de ostiones.
Es muy característico de esta especie verlas como se alimentan ju nto a las lubinas en superficie, de alevines de otros peces, atacando y produciendo chapoteos muy característicos que atraen tanto a charranes como a gaviotas que buscan alimentarse en dicho festín, es en estos momentos cuando nos percatamos de la actividad frenética y debemos tentarlas con aparejos de superficie montando el clásico bulbo de agua o bombeta y a un metro de distancia el señuelo que puede ser de varios tipos.
La baila y la lubina son depredadores muy astutos, y también muy voraces, las horas más favorables para su captura son el amanecer y la puesta de sol, ya que se muestran más activas, pero a su vez es más fácil engañarlas por la ausencia de luz, en las rías se sitúan sobre todo con la marea creciendo frente a los muros de contención de la corriente en los distintos clubes náuticos, marinas y puertos de nuestro litoral, es su enclave ideal en el espacio donde golpea el agua de la corriente con el muro protector, suelen situarse debajo al acecho de las presas que se ven arrastradas por la corriente y se desorientan por las turbulencias que allí se producen.
Puedes realizar tu pago a través de Bizum, desde la aplicación.